A mediados del siglo XX, un hombre conocido simplemente como Neville puso en la vanguardia del pensamiento contemporáneo el método olvidado de oración con su trabajo pionero sobre las leyes de causa y efecto. Nacido en Barbados, Antillas, Neville describió elocuentemente su filosofía de hacer realidad nuestros sueños mediante el sentimiento e invitamos a «hacer de [nuestro] futuro sueño un hecho en el presente, adoptando el sentimiento de [nuestro] deseo realizado».
Neville sugiere que es el amor por nuestro nuevo estado el que infunde poder para que su existencia se haga realidad. «A menos que tú mismo entres en la imagen y pienses desde ella, esta no puede nacer. »' Examinar una oración específica, como una oración por la paz, puede aportar un grado de concreción a estos conceptos a veces un tanto confusos.
Los condicionamientos reinantes en nuestras tradiciones occidentales han hecho que «pidiéramos» que la paz se produzca bajo determinadas circunstancias. Al pedir que haya paz, por ejemplo, estamos reconociendo inconscientemente el hecho de que no la hay, quizá hasta reforcemos lo que puede ser visto como un estado de violencia.
Se nos invita a crear paz en nuestro mundo mediante el pensamiento, el sentimiento y la emoción en nuestro cuerpo. Una vez que hemos creado en nuestra mente la imagen de nuestro deseo y hemos sentido que este se ha realizado en nuestro corazón, ¡Ya ha sucedido!. Aunque el propósito de nuestra oración puede que, todavía no se haya materializado ante nuestros sentidos, suponemos que así es. El secreto del quinto modo de oración reside en reconocer que cuando sentimos, el efecto de nuestros sentimientos ya ha tenido lugar en alguna parte, en algún plano de nuestra existencia.
Nuestra oración se origina entonces desde una perspectiva muy distinta. En lugar de pedir que se produzca el resultado de nuestra oración, reconocemos nuestro papel como una parte activa de la creación y damos gracias por lo que estamos seguros de haber creado. Tanto si vemos los resultados inmediatamente como si no, reconocemos que en algún lugar de la creación nuestra oración ya ha sido escuchada. Ahora nuestra oración se convierte en una oración afirmativa de acción de gracias, que alimenta nuestra creación y permite que se desarrolle en su máximo potencial. A continuación expongo un resumen de nuestra oración por la paz, desde la perspectiva tradicional y desde la de nuestro método olvidado de oración.
Oración de petición
1. Nos centramos en las condiciones donde creemos que no existe la paz.
2. Pedimos la intervención de un gran poder para que cambie dichas condiciones.
3. Al hacer la petición, puede que estemos reconociendo que la paz y que el cambio positivo todavía no existen en esos lugares.
4. Continuamos pidiendo esta intervención hasta que vemos que se produce el cambio en nuestro mundo.