Como sucede con otros muchos pensadores de la Antigüedad, no han llegado hasta nosotros obras originales escritas por el filósofo chino. Solía afirmar: "yo repito, no creo nada", como indicando que su contribución no pretendía aportar innovaciones, sino recuperar el espíritu de las antiguas enseñanzas, la cultura (wen) de los reyes Chou.
Confucio destaca la tradición del culto a los antepasados, aplicándolo al deber ineludible de servir a los padres, como modelo que se hace extensivo a los superiores, de manera que el Estado, según su doctrina, se articula como una gran familia. En este sentido, el desarrollo del individuo repercute en el bien de la sociedad.
Confucio destaca la tradición del culto a los antepasados, aplicándolo al deber ineludible de servir a los padres, como modelo que se hace extensivo a los superiores, de manera que el Estado, según su doctrina, se articula como una gran familia. En este sentido, el desarrollo del individuo repercute en el bien de la sociedad.