Existe una prisión donde las puertas jamás se cierran, no hay guardias vigilando, el escape es alentado y puede ser posible. Esta es la prisión del HÁBITO. Nuestro hábito de pensar en nosotros mismos y nuestro entorno puede ser una PRISIÓN o un PARAÍSO.
Solo debemos mirar a nuestro alrededor para poder ver personas muy ricas material y emocionalmente porque piensan y sienten ser RICOS.
Podemos también ver personas con deudas materiales y emocionales porque piensan en ESCASES. Algunos son inspirados con VISIÓN y otros se encuentran en DUDA. Algunos son movidos por la AMBICIÓN y otros son paralizados por el MIEDO. Algunos se sienten libres para cambiar mientras que otros se sienten seguros en lo monótono. Algunos aspiran a llegar a la cima de la montaña otros prefieren la base. Algunos buscan OPORTUNIDADES, otros esperan que estas golpeen a su puerta. Lo triste es que más personas son limitadas por sus pensamientos, que LIBERADOS por ellos. El pensar negativo nos cierra las puertas. Y quedamos dentro de una prisión. ¡PERO HAY UNA SALIDA!
