Nunca es demasiado tarde para vivir plenamente, con sentido, alegría y amor.
No importa cuánto tiempo creas haber desperdiciado o perdido,
nunca es demasiado tarde para aprovechar al máximo el instante que estás viviendo.
No importa cuántos errores creas haber cometido, nunca es demasiado
tarde para empezar a moverte en la dirección correcta. En el instante en
que optes por vivir a pleno, el pasado ya no podrá retenerte.
Donde ahora te encuentras es precisamente donde necesitas estar.
Con gratitud en tu corazón por el recorrido que te ha traído hasta aquí, decide
cómo sacar el máximo provecho del lugar en el cual ahora te encuentras.
Partiendo desde este lugar puedes ir en cualquier dirección.
Nunca es demasiado tarde para elegir la mejor de las direcciones que puedas llegar a imaginar.
Sumérgete y entra en contacto con la verdadera esencia de tus más preciados sueños.
Porque lo que realmente importa siempre está a tu alcance.
Deja de lado las decepciones, las frustraciones, los arrepentimientos
y los supuestos negativos que has venido acumulando.
Nunca es demasiado tarde como para convertirte, en plenitud, en la
verdadera persona, auténtica, única y valiosa que eres.