Si vieses tu vida y su expresión desde una conciencia superior, verías que no hay necesidad de juzgar.
Aleja tu percepción de la imaginación. Tu vida no es lo que imaginas que es. Retira tu percepción de las emociones. Tu vida no es lo que sientes que es. Lo sabes porque puedes sentirte de lo peor y al recibir un llamado de tu mejor amigo, en el transcurso de unos pocos momentos, te sientes maravillosamente. Entonces, tu vida no son tus emociones.
Lleva tu percepción más arriba del nivel mental. Tu vida no es tus pensamientos. Piensas toda clase de cosas; si tu vida fuese cada uno de tus pensamientos, probablemente estarías en un estado de gran confusión.
Lleva tu percepción hacia arriba en el plano inconsciente, el etérico. Cuando tu percepción haya llegado lo suficientemente alto, verás que las cosas, simplemente “son”.
- John-Roger
de: El Camino de