martes, 5 de enero de 2010

BELLEZA Y ENOJO

Cada vez que te enfadas, desesperas, te sales de tus casillas o sientes que tienes “muchas broncas”, un montón de cosas suceden en tu cuerpo: Segrega mucha bilis, tu corazón se acelera desproporcionadamente, la energía se bloquea, hay cambios en tu sistema nervioso bruscos, la presión sufre desequilibrios, se tensan tus músculos y articulaciones y en fin, se provoca un estrés interior general que afecta y debilita considerablemente no sólo tu salud sino tu belleza en todo sentido.
Conocer tus emociones y aprender a dirigirlas con inteligencia y habilidad es un arma poderosa que, sabiéndola utilizar, puede llegar a reflejarse en todos los aspectos de tu vida, inclusive en tu salud y los rasgos de tu cara, porque entre otras cosas, todas las expresiones que hagas con tu rostro se quedaran grabadas tarde o temprano en los surcos de tu frente, ojos, boca, etcétera, lo cual delatara tu personalidad y tus formas de reaccionar ante la vida, las cuales pueden ser bellas y armónicas o tensas, desesperadas o con mucha resistencia.
La gran diferencia entre enojo y coraje
En realidad el enojo no es una emoción ni buena ni mala, el enojo, como todas las emociones, es sólo una reacción a la forma en como vemos e interpretamos la vida. Sin embargo, no hay que confundir enojo con coraje, el enojo es una reacción de irritación o resistencia, mientras que el coraje es una fuerza interior que nos sirve para sobreponernos y alzarnos con fuerza, creatividad e ingenio por encima de las circunstancias que sentimos nos limitan o nos demuestran alguna debilidad. A diferencia del enojo, el coraje no reacciona con oposición a, sino intenta moverse a través de. Las personas de carácter agresivo, iracundo, violento o enfadado, demuestran una debilidad de carácter o una falta de resistencia emocional. Esto, ojo, tampoco es malo o bueno, es solo una evidencia a como estamos interpretando la vida. Por otro lado, las personas con coraje, son centradas, reflexivas, observadoras, conscientes y de mente abierta, con mucha fuerza creativa y personalidad atractiva, se permiten explorar desde diferentes puntos de vista la vida sin sentirse agredidas o con carácter impositivo.
La forma en como vemos la vida es fundamental para que nuestra armonía interior pueda reflejarse en todo nuestro cuerpo, rostro y carácter. De nada sirve tener belleza física si no hay belleza interior, la belleza física se agotará algún día, pero el carácter de ser alguien no. Es por eso que debes considerar siempre que te sea posible tener coraje en la vida en lugar del los puños cerrados, es decir, intenta desarrollar siempre que puedas las facultades de la observación, la meditación, la consideración y el nuevo movimiento cuando sea necesario. Las emociones de enojo, desesperación, ira y odio nos sirven para darnos cuenta principalmente de nuestras más hondas debilidades, no tener la humildad para aceptarlas o reconocerlas es equivalente a impedirnos el paso para crear o recibir realidades más hermosas.
Una persona pudiese sentir enojo cuando:
• Sus necesidades básicas fisiológicas como alimentarse no pueden ser cubiertas satisfactoriamente.
• Fatiga.
• Cambios hormonales (adolescencia).
• Dolor físico.
• Cuando las cosas no salen como se espera.
• Cuando la gente no reacciona como uno quiere.
• Cuando se esta o se detecta peligro de perder algo de lo que dependemos afectivamente.
• Cuando la dieta no es lo suficientemente rica en nutrientes de calidad, cuando en la alimentación predominan los azúcares y panes refinados, enlatados, productos procesados, sobre cocinados, embutidos y lácteos de origen animal. Cuando la alimentación no es la apropiada, el cuerpo no puede crear células nerviosas sanas por lo que el sistema nervioso se debilita, deteriora y demás, así que las emociones de debilidad son más propensas.
¿Qué hacer cuando nos enfadamos?
Lo mejor sería detener el enojo lo antes posible, antes de que este genere desequilibrio fuerte en el cuerpo. Sin embargo, esta es una labor que no se puede lograr de un día para otro, pues hay que recordar que estamos habituados y educados a reaccionar de formas muy particulares ante la vida, tenemos que tomar en cuenta que estamos educando nuestra actitud para poder sentir emociones nuevas, más libres y placenteras.
Educar la actitud requiere, antes que nada, de mucha voluntad, de aprender a liberar emociones de formas cada vez más creativas y refinadas, la pintura, la escritura, la música, la escultura, etcétera, son formas muy positivas de dejar fluir las emociones y expresar lo que sentimos; tener la intención de hacer de nuestro mundo emocional un arte creará más calidad en nuestro mundo emocional. Existen muchas cosas que, además, nos pueden apoyar durante el proceso de esta educación emocional: terapias alternativas como el reiki, aromaterapia, musicoterapia, reflexología, etcétera, son útiles alternativas que ayudan a equilibrar la energía y armonía interior, de maera de darnos el paso a una mayor comprensión de lo que sentimos, alimentos naturales que pueden ayudar a desintoxicar el cuerpo de sustancias agresivas o nocivas, debemos hacer consciencia en no obstruir las funciones vitales del cuerpo con hábitos alimenticios nocivos.
http://www.biomanantial.com/el-enojo-la-belleza-a-1614.html,